Pestañas

martes, 26 de febrero de 2013

¡Soy maratoniano!

Quien haya seguido mi blog ha observado como he plasmado la preparación y las sensaciones que he tenido en estos últimos meses. Todo ha ido bien salvo los últimos 10 días. Créeme hasta el último momento no lo he tenido todas conmigo. Una inoportuna Fascitis plantar me hizo temer lo peor, pero lo solucioné pronto. Dos días antes de la cita padecía una lumbalgia. Definitivamente me veía fuera el día de la prueba. Pero como veréis, afortunadamente no fue así.

El domingo 24 de febrero comenzó muy temprano. Me levanté antes que el despertador sonará. Seguramente sería los nervios, la inquietud de la gran cita, no se pero me levanté mucho antes de lo esperado. Presumía de estar sereno, si si Pablo, sereno dice.

En la cocina me esperaba el desayuno. Dice que tenemos que desayunar como un rey. Habitualmente lo hago como una familia real, es mi comida favorita, así que el día de la maratón no iba a ser menos. Sobre la mesa, había café, té, tostadas, pechuga de pavo, aceita, cereales integrales, mermeladas y galletas. Bueno cualquiera lo diría, estoy haciendo un ritual para espantar al temido tío del mazo.

Tras la ingestión del desayuno y los últimos preparativos salgo de casa y todavía de noche. En breve llego al estadio de la Cartuja donde minutos después me veo con Dani Calle en el interior del estadio juntos con las gentes de su club, los Pretorianos de Tomares. Desde desde estas líneas le agradezco su apoyo y ánimos, porque me ha valido mucho para completar el maratón. Aprovecho para dar unas breves pinceladas de este maravilloso grupo que con su filosofía de vida deportiva, disfrutan y hacen disfrutar a los demás. Son singulares, son únicos, para ellos no hay tiempo, ni crono, ni marca, ni nada extraño que genere malos rollos. No serán los mas rápidos, pero son los más rocosos, son los que más kilómetros hacen y eso es directamente proporcionar a la alegría que transmiten, son sencillamente humanos.

Tras los preparativos nos fuimos a la salida, es el momento esperado desde el pasado verano, fecha en la cual me propuse correr el maratón y desde entonces he venido pensando en ese momento. Llegó la hora, más de 7.000 almas preparados para darlo todo.

El pistoletazo de salida marcaba el momento. Comienza lo bueno. 42195 metros en la gloria. ¡Vámonos!. 
Salimos y transcurre los primeros kilómetros acompañado con los Pretorianos Daniel Calle y Cesar. Pasamos por el kilómetro 10 con un grupo y hablando. Íbamos bien, muy fresco en plan conservador y gastando lo justo y necesario pero llegado al kilómetro 14 sigo a varios de ese grupo, voy bien, pero observo que el pulsometro se eleva a pulsaciones prohibidas para mi para ese momento de la carrera. Me digo a mi mismo: Pablo levanta el pie que te vas a suicidar. Así fue, rectifiqué en el momento y aproveché la situación para que en un avituallamiento dejar escapar ese grupo y esperar a Dani Calle que me advierte de lo que podía haber sido mi tumba, maratonianamente hablando.

Paso a paso llegamos al medio maratón, hasta aquí todo bien y seguimos pero llega la primera crisis. Los kilómetros se van notando, y aproximadamente en el 25 noto como el cuerpo se viene abajo, no pasada nada, me mentalizo que llegó el momento de sufrir y tengo que estar preparado para ello. Aprovecho para recomponerme ingiriendo agua, bebida isotónica, tomo un gel y aprovecho el avituallamiento solido para tomar un plátano. La recuperación se advierte, pero ojo, el cuerpo me ha dado un aviso y decido ir cubicando, así que, con la calculadora mentar haciendo números para medir el esfuerzo teniendo presente la relación con la distancia-tiempo-pulsaciones. Pura matemática. ¿Quien dice que esto es sólo correr?

Paso a paso llegamos al kilómetro 30, a partir de aquí es desconocido para mí. Dicen los que entienden de esto que es cuando comienza el maratón. Aprovecho para tomar unas pasas en el avituallamiento sólido y entro en el infierno, porque es el momento que podemos ver al tío del mazo o notar el temido muro del maratón. El organismo se queda sin reserva y tenemos que seguir con las pocas reservar que nos queda. Es una lucha para supervivir en el maratón. Desde ese punto las sensaciones pueden ser muy dispares. Lo mismo te vienes arriba como por el contrario puedes tener la tentación de retirarte de la prueba. Doy fe de ello porque mi peor momento llegó en el kilómetro 33 aproximadamente  Noté un calambre en un dedo del pié. Los cuadriceps se convierten en adoquines. Pierdo la coordinación. Cualquier saliente de la calzada lo intento evitar porque temo tropezar y pueda caer al suelo. No puedo levantar con energía los pies del suelo como antes lo hacía. Pablo, bienvenido al muro, estas en él. 

Durante esos kilómetros me acordaba de los consejos para superar ese momento de Martín Fiz que aparece en sus publicaciones, de pasajes de los libros que me he leído como  "progresar como corredor", "Maratón. Preparación psicológica para entrenamiento y competición" de J.C. Jaeens y J.C. Caracuel. Literatura y teoría hay muchas, pero sinceramente hasta que no lo sientes no sabes lo que es el muro.

Ese momento coincide con el paso de la carrera por el parque de María Luisa y Plaza de España. Trato de despistar la mente con lo que estoy viendo. Un ambiente espectacular en una mañana fría, pero soleada de febrero, sin viento. Familias enteras animando a los corredores. Un lujo de verdad.

Salgo poco a poco de ese bache o, más bien diría que aprendo a convivir con esas sensaciones y me acostumbro a ello, es como si te pincha con una aguja pero tras los primeros pinchazos te acostumbra y ya no duele. Salimos paso a paso del parque para adentrarnos en el centro de Sevilla. Ya percibimos el calor del público cuando pasamos por la calle San Fernando y eso ya es un aperitivo de lo que nos espera por las históricas calle hispalenses.

Pasillo de gentes se agolpaban al margen de la avenida de la Constitución, pasamos justo por la Catedral. En Plaza Nueva, donde está el ayuntamiento y comienzo de la calle Tetuan impresionante. Otro pasillo. Bellos de punta. Emoción a tope y sin dolores. quien me conozca sabe también de mi afición al ciclismo, haciendo un símil, parecía ese pasillo las imágenes que tenemos de los ciclistas en el Tour de Francia subiendo el Tourmalet o el Alpe D´hez.

En voladas seguimos buscando los siguientes kilómetros y llegamos a la Alameda de Hércules. Gran ambiente en esa zona con mucha juventud animando a los forzados del maratón, que siempre viene muy bien. Aquí tengo que agradecer al público de Sevilla, que en líneas generales saben admirar a los primeros como a los que participamos para cubrir la distancia y que después de algo mas de 35 kilómetros saben admirar esa proeza.

Sin darnos cuentas estamos en el puente de la Barqueta entrando en la Isla de la Cartuja. Si, esta vez sí, ya huelo la meta, sólo 4 kilómetros y estamos saboreando las mieles de nuestra particular victoria, a lo lejos se puede divisar el esperado estadio, pero antes tenemos que cruzar el parque del Alamillo.

La perspectiva que tengo en ese momento de la carrera me hace ser consciente que el maratón es una máquina de triturar carne humana. Filas de corredores corriendo con lo poco que le queda. Otros ya andando. Algunos se tocan algún punto de su cuerpo dolorido. Pocos gramos de fuerzas nos quedan. Tengo que reconocer que en ese momento me vine muy arriba, no voy a ponerme chulito ahora diciendo que sería capaz de hacerle de nuevo, no, pero tiro de las pocas fuerzas que tenía para afrontar los últimos 3 kilómetros y mientras, escucho rugir el estadio de la Cartuja.

Kilómetro 41. ¡Guau ! ¡Estamos llegando!. La vista se vuelve oscura. Tranquilo, no es nada malo, no me ha pasado nada, es la oscuridad del túnel sur por el que se accede a la pista del estadio. Recuerdo la imagen de Abel Anton pasando por ese punto aquel año 1999 que se proclama campeón del mundo en Sevilla y que curiosamente, minutos antes que nosotros, también lo había hecho porque también forma parte de la larga fila de corredores que en la edición de 2013 ha pasado por las calles de Sevilla.

Pisamos el tartan y estamos rodeados de gradas y percibimos el ánimo del público. En ese momento pasa sobre mi cabeza los nueve meses de preparación. Ahora le encuentro sentido a tanto sacrificio. Última curva, disfrutamos de esos escasos 100 metros hasta que pasamos bajo el arco y pisamos la esperada línea de meta con las manos el alto. Gracias Dani, gracia César por ese último tirón, me habéis llevado en volandas.

Abrazos y a saborear ese momento. Tras la meta nos cuelgan la deseada medalla que acredita el desafió. Ahora sí: ¡ya soy maratoniano!.

Este momento también es para ella: Carmen. Viendo en la grada la esperada llegada. Han sido muchos días, muchas horas, muchos momentos que he tenido que robarle para preparar lo que estaba viviendo in situ. No hay dudas, ella ha sido clave de este reto. Carmen tiene parte de culpa que esté ahora cruzando la meta en el estadio porque con su paciencia y entendimiento me ha apoyado para ello. Gracias Carmen.

Mi primer maratón y ha sido una experiencia brutal. Te cuelgan la medalla y te olvidas de todo lo malo. Sinceramente lo he pasado mal a partir del kilómetro 33, pero ojo, me lo esperaba mucho peor. He terminado con buenas sensaciones, mi objetivo lo he cumplido. Ahora toca recuperarse del esfuerzo y progresivamente reanudar los entrenamientos y plantear otras competiciones. Si todo marcha bien, prometo volver a la línea de salida del Maratón de Sevilla 2014.

 Ya os iré contando.










martes, 19 de febrero de 2013

A cinco días

Sí, sólo cinco días de la gran cita deportiva de la temporada, el maratón de Sevilla. Atrás han quedado meses de duros entrenamientos, toca levantar el pie y entro en los días de puesta a punto. Son jornadas donde se combina el descanso activo con el reposo total y el entrenamiento invisible (baños, masajes, etc).

Durante estos días el organismo se recupera y regenera de los esfuerzos del periodo de entrenamiento, es cuando viene lo que se llama la compensación, de esta forma el cuerpo responde como mínimo, en el mismo nivel de forma que se ha alcanzado en el periodo de entrenamientos.

En lo particular me he llevado 5 días sin correr debido a una fascitis plantar cuyos síntomas aparecieron el pasado miércoles 13. Han sido días de tratamiento a base de hielo, electroestimulación y masajes. Sin embargo no he estado en blanco, puesto que he entrenado en piscina y he realizados salidas en bicicleta de 50 kms ó dos horas. El pasado lunes 17 de nuevo vuelvo a correr tomando ciertas precauciones como son realizar un buen calentamiento y correr por tierra, dado que es una superficie balnda y de esta forma no castigo a la fascia del pie afectado. Fueron 60 minutos de carrera continua. Al principio, tengo que renocerlo, no me sentía nada de bien, el cuerpo muy pesado, poca coordinación, tenía la sensación de estar empezando en esto del running, pero a medida que avanzaban los minutos, recuperaba mejores sensaciones y termine muy satisfecho por la sesión.

Después, ya en casa refugiado del frio y la humedad, realicé unos estiramientos, abdominales y lumbares y listo. Los próximos días esa es el entrenamiento que me espera, y sobre todo intentar estar entre algodones, cuidar la alimentación y relajarme, pero sobre todo disfrutar las previas a la cita.

Ahora sí, ya veo la línea de meta en el Estadio de La Cartuja.



jueves, 31 de enero de 2013

Febrero: otro mes (no) igual

Sin darme cuenta estamos a las puertas de estrenar un nuevo mes. Vale. Otro más. El mismo de todos los años. El segundo del año. Pero no, no será para mí un mes de febrero como el de todos los años. No. De hecho, los meses previos creo que no está siendo igual como el de los años anteriores. En mi mente se encuetra una palabra.

Febrero de poor sí, es un mes especial para mí. Es el mes que nací. Es el mes que celebro mi cumpleaños. Es el mes que considero de cambios, se nota que la luz va ganando poco a poco a la oscuridad. No intento ponerme mistico o trascendental, sólo son sensaciones que percibimos por estas tierras. Incluso se nota esa subidita de temperatura que quita el intenso frio del cuerpo con el que nos ha maltirizado el duro invierno y nos regala tardes de sol para pasear.

Pero reitero, este año febrero tiene algo más y es un colofón que está compuesto de 42.195 metros. Sí la distancia del maratón. Es es la palabra que ruge en mi mente: maraton.

Febrero me traerá las úlitmas tiradas, las úlitmas series antes de cubrir esa distancia y en un abrir y cerrar de ojos, estaré corriendo por el Parque de María Luisa, la Avenida de la Constitución observando la Catedral de Sevilla y bajo los arcos de la Barqueta buscando el anillo del estadio de la Cartuja. Por eso es distinto febrero.

Paso a paso voy cubriendo el programa de entrenamientos que me he propuesto para estar al ciento por ciento el próximo 24 de febrero. Han sido días de tiradas, de series, de lluvia, de frio, de viento, de participar en la media maraton de la Cartuja. Poco a poco mi cuerpo empieza a trasformarse. Si!!!, me veo más fino!!!.

Hasta esa fecha, aún queda unas semanas para algún rodaje y alguna que otra series para buscar esa puesta apunto. Ya os iré contando. Mientras tanto, a entrenar duro!!





lunes, 14 de enero de 2013

42 días para los 42 kilometros

¿Juegos de palabras o juegos de números?. Estos días en la cabeza tengo números, palabras y días.

Números para cuadrar distancia y tiempos.

Palabras para buscar motivación y razones suficientes para hacer el maratón.

Días que me quedan, días que faltan y días que sobran. No paro de mirar a las próximas fechas para seguir entrenando y para cuadrar los días de entrenamientos con otras obligaciones.

42 días para los 42 kilómetros. Comienza la verdadera cuenta atrás.

 






jueves, 20 de diciembre de 2012

Pulsa el botón ACEPTAR

Hecho. Le he dado al botón aceptar. Sí, ese botón que se encuentra casi siempre abajo, al final de los formularios de páginas de Internet. En este caso ha sido después de completar el trámite de inscripción para la próxima Maratón de Sevilla 2013.

Hecho. En el poco tiempo que se invierte en pulsar el ratón para darle al dichoso botoncito, en esos pocas centésimas de tiempo que se emplea para esa acción, justamente en ese momento, se me ha pasado multitudes de imágenes por mi cabeza de toda la preparación que estoy llevando para esta prueba, toda la que aún me queda, además el antes, durante y el después de mi participación en el maratón. Han desfilado esas imágenes de la misma forma que aquellas antiguas y añoradas máquinas de diapositivas a un ritmo de vértigo.

Hecho. A partir de este momento comienza la cuenta atrás. He aceptado el reto.





lunes, 17 de diciembre de 2012

CUANDO LLEGARÁ LA ALEGRIA A ESTE PAÍS.

CUANDO LLEGARÁ LA ALEGRÍA A ESTE PAÍS

No suelo escribir este tipo de reflexiones en mi este, mi blog. Desde que lo he creado, solo he publicado temas que pretende que sean agradables. Pero la actualidad afecta y sobre todo hoy especialmente, al escuchar las noticias son unos de esos días que la sangre me arde más que nunca. Verás.

En el ámbito profesional se empieza aplicar las controvertidas tasas judiciales. Varios daños colaterales provocará la aplicación de las mismas. Muchos ciudadanos se pensaran ejercer acciones judiciales sabiendo que tienen que abonar previamente una...cantidad de dinero para tener acceso a la justicia. Los profesionales veremos como descenderán el número de asuntos y una vez más, la economía profesional y familiar se verá mermada. Seguramente, el Ministro de Justicia Alberto R. Gallardon haya conseguido que en mi declaración trimestral, a partir de ahora, declare más gastos que ingresos y en futuro me vea obligado a tomar medidas en mi despacho ¿quien sabe?. Y sobre todo, lo más preocupante es que ha creado una justicia para ricos redundando esto en la merma de la seguridad jurídica y del Estado de Derecho.

Pero en otro orden de cosas, también me entero en TVE1 de la muerte del ciclista del equipo movistar Jose Joaquin Rojas Gil. ERROR!!!. Noticias falsa!!.

Menos mál, en principio, para él y toda su familia. Lamentablemente no ha así para el sí tristemente desaparecido Iñaki Lejarreta (DEP) que ha fallecido este fin de semana arrollado por un vehículo mientras entrenaba. Lo peor que la noticia de Jose Juaquin Roja procede de una televisión pública, siendo falsa y sin ser contrastada: catetos!!

Seguramente no se equivocan para decir quien ha marcado un gol en el minuto 55 del partido del sábado por la noche. Seguro que no se equivocan al decir qué uña del dedo del pie se ha cortado Messi con la mesimania, o cuantos mocos de la nariz se ha sacado Cristiano Ronaldo en el día de hoy. Y lo siento, aunque las comparaciones son odiosas, en este puñetero país mientras que existan en este sentido ricos y pobres, siempre estaremos avocados a realizar comparaciones.

Me arde la sangre cuando siguen la noticias de recortes, de pensiones, de sanidad, de la bajada del consumo, de la llegada de las navidades y de la situación de muchas familias, etc. Para qué seguir diciendo cosas que ustedes no sepáis.

Todo es un despropósito, todo un contrasentido, todo esta falto de coherencia y lleno de incongruencias...en fin, que llegado a este punto me pregunto: ¿en este país no se hace nada bien?. ¿Cuando se tomaran buenas decisiones desde instancias superiores? y sobre todo ¿CUANDO LLEGARÁ LA ALEGRÍA A ESTE PAÍS?

Mientras tanto, seguiré apretando los dientes porque lo que está claro que nadie, nadie, vendrá a levantarme.

lunes, 26 de noviembre de 2012

La ruta del agua

                                     
 
A las 9.30 horas de la mañana del pasado sábado 24 de noviembre, nos espera Fran en la Avenida de Coria de Sevilla a que Carmen y yo lo recojamos. Y fue así. Puntual como un reloj Fran esta con los "avios" preparados para hacer una ruta por un paraje espectacular en Guillena (Sevilla), la conocida ruta del agua.
 


 
En torno a las 10.05 horas de esa misma mañana empezamos Carmen, Fran y yo  nuestra caminata desde Guillena, punto de inicio y final del sendero. Los primeros kilómetros transcurre por el cordel de la cruz de la mujer, camino pecuario que lo dejamos para tomar el camino que tenemos a nuestra derecha para que nos lleve a la entrada de la ruta del agua en su parte restringida, que discurre por los alrededores del embalse del gergal.
Andamos cuatro horas entre árboles, curvas, recurvas, subiditas, bajaditas, hacemos alguna parada para descansar y tomar algún reconstituyente, vemos algún animalito (conejos, aves rapaces y cerditos) e incluso restos de lo que era animales con vida. Es un sendero frecuentado por otros senderistas y múltiples ciclistas. De esta forma, paso a paso llegamos a la deseada Cantina, un restaurante con zona de recreo donde, y esta vez sí, nos paramos durante una hora para avituallarnos como es debido, a base del bocadillo, frutas y algún refresco o zumo y culminar con un buen café que nos aporta la chispa necesaria para afrontar la vuelta.
 
Nada más empezar el regreso por el cordel de la cruz de la mujer, tenemos que subir una subida de casi dos kilómetros. Este punto es el mas duro de esta ruta. El resto se puede considerar llevadero y asequible.
 
Desde el punto más alto el camino es practicamente bajada hasta Guillena, que de nuevo entre árboles y alguna que otra vaca y caballos que vemos desde el camino, llegamos a Guillena punto y final de la ruta  que después de seis horas y media -casi siete- teníamos aún fuerza para dejar caer algún que otro comentario irónico, como "yo lo haría de nuevo, lo que pasa es que se va hacer de noche". Comentario que aportaba un toque más de humor a esta maratoniana jornada de sendero. Una jornada que como siempre afirmo, casi que nos garantiza cinco años más de vida, aunque algunos dos días después sigan diciendo que tienen agujetas.